Guía rápida de reportes de sostenibilidad
La sostenibilidad empresarial es un factor estratégico que influye en la reputación, el acceso a capital, el cumplimiento legal y la competitividad de las empresas. Para navegar este panorama, existe un ecosistema de marcos, estándares y herramientas que pueden agruparse en cuatro cuadrantes clave. Integrar estos cuadrantes en las estrategias core de las empresas facilita el cumplimiento y la transparencia: convierte la sostenibilidad en un activo estratégico que genera valor económico, social y ambiental.
1. Principios y metas
Valor estratégico: Proveen un propósito claro que facilita alianzas y posiciona a la empresa como parte de un esfuerzo global.
Qué son: Son el punto de partida para dar legitimidad y claridad a la estrategia. Definen la dirección, los compromisos y el marco ético bajo el cual la empresa actuará.
Cuándo usarlos:
Al diseñar o actualizar la estrategia empresarial
Para alinear la misión corporativa con metas reconocidas internacionalmente
En la comunicación con stakeholders para mostrar coherencia con acuerdos y objetivos globales
Referencias: Sustainable Development Goals (SDGs), Principles for Responsible Investment (PRI), Science Based Targets (SBTi).
2. Medición y reporte
Valor estratégico: Proporcionan la base técnica para cumplir expectativas de transparencia y tomar decisiones respaldadas por datos.
Qué son: Marcos que permiten definir qué y cómo medir, así como reportar datos de sostenibilidad de manera comparable y transparente.
Cuándo usarlos:
Para estructurar reportes de sostenibilidad o informes anuales.
Al establecer indicadores ESG que guíen la toma de decisiones.
referencias: TCFD (Task Force on Climate-related Financial Disclosures), TNFD (Taskforce on Nature-related Financial Disclosures), GRI (Global Reporting Initiative), SASB (Sustainability Accounting Standards Board).
3. Validación de desempeño
Valor estratégico: Convertir los datos ESG en una ventaja competitiva medible y reconocida por el mercado.
Qué son: Herramientas y plataformas que miden y comunican el desempeño ESG de la empresa frente a criterios de inversión sostenible.
Cuándo usarlos:
Al buscar financiamiento o atraer inversión responsable
Para establecer un benchmark frente a competidores
Para comunicar avances y resultados a inversionistas y analistas
Referencias: Sustainalytics, MSCI ESG Ratings, S&P Global Sustainable1, CDP.
4. Marcos regulatorios
Valor estratégico: Cumplir y adelantarse a regulaciones protege a la empresa, facilita auditorías y refuerza la confianza de stakeholders.
Qué son: Definen las obligaciones legales que las empresas deben cumplir en materia de sostenibilidad y reporte según la jurisdicción.
Cuándo usarlos:
Si operas en mercados regulados o exportas a regiones con altos requisitos de transparencia
Para anticiparte a normativas futuras y evitar sanciones
Referencias: Australian Government Sustainability Standards, UK Sustainability Disclosure, SECR (Streamlined Energy and Carbon Reporting – UK), California Climate Disclosure Laws.
Los 4 elementos son complementarios
Recomiendo integrarlos desde el core del negocio, contribuyendo a la estrategia del modelo de negocio.
Cómo integrarlos en una estrategia
Idealmente una organización sólida en sostenibilidad no elige un solo cuadrante: combina los cuatro de forma estratégica. Pero, la realidad es que muchas empresas comienzan con uno o dos elementos y, con el tiempo, van incorporando los demás para fortalecer su estrategia y generar un impacto más completo.
Esta es mi recomendación del paso a paso. Sin embargo el detalle de dónde empezar dependerá mucho de la organización y sus operaciones:
Define principios y metas
Alinea tu estrategia con marcos globales como ODS, PRI o SBTi.
Integra estos principios desde el plan de negocio para que guíen decisiones clave en producto, operaciones y cadena de valor.
Ejemplo: La empresa se elige la Science Based Targets initiative, comprometiéndose a reducir un 50% sus emisiones absolutas de Scope 1 y 2 para 2030, y un 30% las de Scope 3.
Impacto: establece un propósito claro y medible, alineado con la ciencia climática, que servirá de columna vertebral para el reporte.2. Mide y reporta con metodologías reconocidas
Adopta marcos como GRI, TCFD, TNFD o SASB para asegurar consistencia y comparabilidad de datos.
Automatiza la recolección de datos ESG y conéctalos con indicadores financieros.
Ejemplo: Después de elegir sus metas, la empresa utiliza el Global Reporting Initiative (GRI) para estructurar el informe, definir indicadores clave y garantizar que la información sea comparable con otras empresas del sector.
Impacto: facilita la transparencia y la comprensión de los datos por parte de inversores, clientes y reguladores.3. Valida tu desempeño ante terceros
Participa en evaluaciones como MSCI, Sustainalytics o CDP para obtener retroalimentación y reconocimiento externo.
Usa los insights para mejorar políticas internas y mostrar avances año tras año.
Ejemplo: Reporta sus datos ambientales en la plataforma CDP, obteniendo una calificación pública sobre su gestión climática.
Impacto: aporta una validación externa e independiente que refuerza la credibilidad del reporte y demuestra compromiso con la mejora continua.4. Cumple con marcos regulatorios
Mantente al día con normativas como CSRD, SECR o las leyes de California.
Involucra a los equipos legales y de cumplimiento desde el inicio para garantizar que el reporte cumpla con todos los requisitos.
Ejemplo: Adapta su reporte para cumplir con las leyes de divulgación climática de California (SB 253 y SB 261), que exigen transparencia en emisiones y riesgos climáticos.
Impacto: asegura cumplimiento legal en un mercado clave y evita riesgos regulatorios.
Valor adicional: usar como referencia regulaciones avanzadas de otros países permite anticiparse a normativas que probablemente se expandan globalmente. Esta visión preventiva no solo protege a la empresa, sino que le da ventaja competitiva cuando nuevas leyes entren en vigor, demostrando liderazgo y preparación.